LA HIJA DE LA LUNA. POESIA

Aurelio Alexis Rodríguez.

Son casi las doce y me encuentro levantado,
con la mirada perdida entre las lineas del trazado
que mi alrededor dibuja con un lápiz desgastado,
porque borrosa es mi vida, mi presente y mi pasado.

Mucho tiempo ya he perdido y horas he caminado
buscando entre mis sueños ese ser tan anhelado,
que a lo largo de mi vida nunca se ha presentado
y que busco con afán, como viajero desterrado.

Viajero de mis tristezas, anda siempre acongojado
con la mirada fija en el firmamento estrellado,
y su curiosidad el cielo ya ha explorado
en busca de una respuesta que le sea de agrado

Depronto aparece la luna, como un ojo interesado
ayudándole a buscar lo que hasta ahora no ha encontrado
"no estes triste por tu vida, yo estaré a tu lado
aunque negra sea la noche, estarás acompañado".

Pero ¡vaya, que sorpresa!, mis ojos se han deslumbrado,
y mi mundo de tinieblas por fin se ha despejado,
busco con interés la causa de este agrado
entre las luces radiantes de ese ser inmaculado.

Yo no puedo creerlo, me he quedado anonadado,
¿acaso por la impresión mis ojos me han engañado?
lo que antes era la luna, ahora se ha transformado
en un ser que con su risa calma al mas desesperado.

Con sus manos purifica todo lo que ha tocado
y su cuerpo da armonía a todo lo que este a su lado
¿acaso será mentira?, ¿un espejismo creado
por la necesidad que tengo de sentirme acompañado?

"¡Es Real!, ¡Esto es cierto!, ¡Está aquí a mi lado!"
grita con emoción aquel viajero cansado,
ahora puede dormir tranquilo y esperanzado
porque lo que fuí a buscar, al fin lo he encontrado.